Cuando tenía 8 años, mi mamá me llevó por sorpresa a mi primera clase de teclado. Sin saberlo …me cambió la
vida.
Con más de 20 años de estar entregado a la música y las artes, no hay nada más
electrizante y satisfactorio para mí que tocar guitarra (o bajo, o tiple, o cuatro, ¡o lo que
sea!).
Mi ideal de vida perfecta: viajar, jugar videojuegos, practicar artes marciales y tocar guitarra.